Poke Geisha
Las geishas viven en los karyukai que son los distritos del Japón, dedicados a la estética del placer, significa “el mundo de la flor y el sauce”, de esta forma la palabra geisha significa artista, mientras que geiko significa mujer del arte; así ambas deben ser hermosas y al mismo tiempo fuertes. El origen de las geishas se remonta a la época de la restauración Meiji; en ese tiempo muchas familias nobles empobrecieron y mandaron a sus hijas a vivir a los karyukai para que pudieran poner en práctica la ceremonia del té y otras artes que habían aprendido, además de usar los kimonos costosos a los que estaban acostumbradas, pero sobre todo para adquirir independencia económica y encontrar un buen marido.
Cuando una geisha es adoptada por una okiya recibe el nombre de atotori (heredera); ellas tienen que empezar a crear lazos de amistad en las ochayas (lugares de reunión), toman clases de danza, de shamisen y de arreglos florares, además deben estar siempre disponibles para atender a los que soliciten su compañía. Una geisha está para complacer, debe ser una experta en la diplomacia y seguir dos reglas fundamentales: respetar a las hermanas mayores (onesan) y nunca mostrarse enojada.
Una geisha puede casarse, también es permitido que tenga relaciones sexuales antes del matrimonio siguiendo un ritual y encontrando un mediador. Cuando son madres pueden conservar a sus hijas cerca pues se consideran herederas de la tradición, pero si son niños tienen que buscarles un sitio donde vivir, ya que en las okiyas está prohibido el paso a los hombres.
Las geishas son tomadas por cortesanas o prostitutas y tenemos esta visión de ellas por medio de la literatura. Un ejemplo de esta literatura es Memorias de una Geisha, historia totalmente ficticia de una geisha llamada Sayuri, ambientada en la Segunda Guerra Mundial. En esta novela el autor Arthur Golden cae en un error cuando habla del ritual del mizuage que según él practican las geishas. Pero, las oirán y las tayu que son las prostitutas y cortesanas practican este ritual de desfloramiento, en el que un cliente paga una suma importante de dinero por el privilegio de desvirgar a la chica en cuestión y esto sólo sucede en Shimabara que es el barrio del placer en Kioto. En cambio para las geishas significa el paso de niña a mujer, de maiko a geiko, por lo tanto se trata de un ritual simbólico en el que se corta el listón rojo de su peinado, dejan de usar el cuello rojo por uno blanco y se regalan unos dulces especiales, mismos que se dan cuendo tiene su menarca, significado de que está en edad casadera. Entonces recibe proposiciones matrimoniales. Ellas son las mejores esposas porque tienen una red clientelar que puede ser útil a su marido cuando piense invertir en una empresa y además por su poder de persuasión para los negocios.
"Las prostitutas se atan el obi adelante, por la premura con la que deben salir a escena para recibir al cliente próximo. Nosotras, en cambio, nos ayudamos entre sí para enlazarlo atrás en forma de flor. Los arreglos distinguen mucho a una geisha de una simple profesional". Setsuko
Las geishas son acompañantes y no prostitutas. La Formación de Mujeres Profesionales de Gion Kobu al que pertenecen las geishas tiene como lema “vendemos arte no cuerpos”. Ellas son mujeres que tienen una vida ajetreada y actualmente viven en un sistema arcaico, pues a pesar de ser un sistema que aparentemente se promueve la independencia económica de la mujer, ellas nunca tienen dinero en efectivo, todo lo cargan a la cuenta de la okiya, no pueden bailar lo que quieren ni cuando quieren y siempre están siguiendo instrucciones.
Mineko Iwasaki, Vida de una geisha. La verdadera historia, Ed. Memorama, Barcelona, 2002.
Arthur Golden, Memorias de una Geisha, Ed. Punto de Lectura, México, 2008.