jueves, 2 de septiembre de 2010

"Pokemonas malas y perversas 3"

De "Santa" a Aventurera


En el cine mexicano (1940-1960) todas las historias de prostitutas siguen una misma receta: jóvenes mujeres, bellas, inocentes, que tras un pecado de juventud quedan desamparadas por sus familiares y a las que no les queda más remedio que el camino de la prostitución. Pero, como son mujeres buenas sueñan con casarse y ser madres,  de lo contrario reciben un castigo: el abandono, el desprecio, la muerte por enfermedad (Santa), el suicidio (La mujer del puerto) o mueren asesinadas. En este sentido el cine mexicano trata de ser educador de las mujeres dictando lo que estaba bien de lo que no, basado en una doble moral.

     Además, en este cine las prostitutas son capaces de diferenciar la parte fisiológica de la sentimental, lo que no hace la esposa en la caja de los sueños. La prostituta del celuloide es mostrada como una mala mujer, es la Eva del cine mexicano y tiene como camino reivindicativo el amor de un hombre bueno que la saca del "lodazal mundano" de la vida alegre. Ella es la contraparte de la mujer pura, sumisa y abengada representada por la inmaculada madre-esposa del cine mexicano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario